Calcetines

Si las botas son importantes, tanto o más lo son los calcetines. Aunque la gente no lo crea, algunos problemas que podemos sufrir por un mal ajuste de los zapatos a nuestros pies se pueden solucionar llevando unos buenos calcetines y, así, convertir unas botas ‘aceptables’ en unas botas ‘extraordinarias’. También puede darse el caso contrario: calzar unas botas maravillosas y ‘arruinarlas’ con unos calcetines inadecuados.

A ver si soy capaz de aclarar algunas dudas.

Una breve historia

Antes de explicar nada más, voy a simular un diálogo que he mantenido muchas veces:

– ¿Puedo ir con esos maravillosos calcetines que tengo? (Me lo pregunta con ilusión y medio sonriendo)
¡Ni se te ocurra! Cómprate unos buenos calcetines. (Pone cara de extrañeza)
– Pero ¿por qué no me valen mis calcetines? (Ahora está medio enojado, pues no quiere gastar más dinero en equipo)
– El algodón absorbe mucho la humedad. Todo el sudor se quedará retenido en los calcetines, la piel se reblandecerá, tendrás muchas posibilidades de que te salgan ampollas, cuesta mucho secarlos y, cuando están mojados, no aíslan térmicamente. Si quieres acabar el Camino, cómprate dos o tres pares. (Aquí es cuando cambian la cara y se resignan a comprar ‘más cosas para el Camino’)
– Vale… (Aquí supongo que nuestro grado de amistad baja unos cuantos puntos)

Al lío. A ver si sé explicarme.

¿Cómo deberían ser nuestros calcetines?

Menciono de paso las principales características que deberían tener los calcetines que calcemos para ir al Camino:

  • Transpirables
  • Antiampollas
  • Sin costuras
  • De secado rápido
  • Adecuados a la temperatura

Si los calcetines que usemos para el Camino reúnen todas esas características reduciremos la posibilidad de aparición de ampollas. Ojo, he dicho ‘reduciremos’ y no ‘eliminaremos’. La posibilidad de sufrir ampollas en los pies siempre estará presente pero debemos hacer todo lo posible para impedir su aparición.

Transpirables

Ya hablé, en el artículo sobre el calzado ideal para el Camino de Santiago, de la necesidad de mantener el pie seco para evitar la aparición de ampollas y que, para ello, deberíamos escoger un calzado que favoreciera la transpiración. Pues si eso se lo pedimos al calzado, a los calcetines les debemos pedir lo mismo.

La transpiración del pie encuentra su primera barrera en los calcetines y, por mucho que transpire el calzado, si el calcetín va reteniendo la humedad del pie, acabaremos caminando con calcetines mojados y la piel de los pies reblandecida por la humedad retenida en ellos.

Cuando vayamos a comprar calcetines para ir al Camino, deberemos fijarnos en el grado de transpirabilidad/evacuación del sudor. Cuanto más altas sean las temperaturas a las que nos vayamos a enfrentar, más importante será fijarnos en este aspecto.

Secado rápido y materiales de fabricación

Nos vamos a ir al Camino con el equipaje justo y no podemos llevar tantos pares de calcetines como queramos. Así, debemos asegurarnos que nuestros calcetines son de secado rápido para poder lavarlos y secar a diario (el resto de peregrinos os lo agradecerá).

Debemos saber que unos buenos calcetines no están hechos de un solo tipo de fibra. En su composición se usan varios tipos de fibra para que el calcetín cumpla con su función: cuidar nuestros pies. Por ello, deberemos fijarnos cuál es el tipo de tejido principal en su composición: ¿Sintético o natural?

  • Natural: La lana de merino ha ido ganando cada vez más terreno gracias a sus propiedades: transpirabilidad, termorreguladora, anti-bacterial, reduce los malos olores, suave en contacto con la piel, protege de los rayos UV y de secado rápido. La lana de merino, pues, debería ser la fibra principal (60%-85%) en nuestros calcetines si optamos por calcetines de fibra natural.
  • Sintético: El poliéster debería ser la fibra principal (60%-85%), pues se trata de un material transpirable, resistente, suave, flexible, protege de los rayos UV y de secado rápido.

Estas fibras se verán siempre acompañadas de otras que las complementarán.

  • El nailon (20%-35%), una fibra un material resistente, elástica y de secado rápido y suele usarse para reforzar las zonas de puntera y talón y para ‘sujetar’ el borde del calcetín en su sitio para que no se mueva. Nunca debería ser la fibra principal del calcetín, pues la transpirabilidad no es su fuerte.
  • El elastano también debería entrar en la composición del calcetín (1% – 10%), pues se trata de una fibra muy ligera, elástica y flexible, cuya ‘misión’ será la de mantener la posición y conservar la forma del calcetín. Al ser una fibra muy poco transpirable, recomendaría que llevara la menor cantidad de elastano.

En resumidas cuentas, en calcetines de trekking, con cualquiera de las dos opciones conseguiremos calcetines transpirables, con protección UV y de secado rápido. A todo esto, la fibra natural será más adecuada para temperaturas más frescas/frías, nos otorgará protección anti-bacterial y reducirá los malos olores; por contra, la fibra sintética será más adecuada para temperaturas más suaves/calurosas, será más suave que la fibra natural y su precio también será menor.

Altura

Poco puede decirse en este apartado pues, tan sólo, debemos adecuar la altura de los calcetines al tipo de calzado y a la temperatura que vayamos a tener: cuanta más calor vayamos a pasar más bajos deberían ser los zapatos y los calcetines para facilitar la evacuación del calor.

Calcetines bajos (sin caña): No llegan al tobillo y, a mi parecer, son los que deberían llevarse usualmente al Camino en primavera, verano y otoño pues, con zapatos sin caña (que yo recomiendo), son los que menos calentarán los pies.

Caña baja (tobillo): Para quienes prefieran calzarse zapatos de media caña, unos calcetines que cubran el hueso del tobillo serán los indicados.

Caña media (calcetines de tripulación): Tienen la ‘altura ‘clásica’ de los calcetines de senderismo. Suben unos centímetros por encima del hueso del tobillo y son los ideales para usar con zapatos de caña alta.

Caña alta (hasta la rodilla): Calcetines destinados a proteger de botas muy altas (hasta la pantorrilla) o para alpinismo. Igual se podría pensar en llevar un par para calentarnos los pies y las pantorrillas por la noche en épocas de mucho frío, pero poco más.

Antiampollas

Si hablamos de ampollas, los calcetines son la primera defensa o el primer enemigo que tendremos.

Costuras, Amortiguación y calor

Lo primero que deberíamos tener claro es que un calcetín con costuras producirá roces y presión en nuestra piel y, antes o después, nos obsequiará con la aparición de ampollas. Así pues: Calcetines sin costuras. 3 pares de unos buenos calcetines no son ningún gasto excesivo (de 10€ y 15€ el par) pero, bueno, si no queréis compraros calcetines, hay quien se pone sus calcetines del revës. Si quereis probarlo… Allá vosotros. Yo prefiero asegurarme los pies y recortar en otras cosas.

Amortiguación y calor

Aunque suene a raro, podemos hablar de amortiguación en los calcetines que nos hará más cómoda la pisada y nos protegerá las zonas sensibles del pie, ayudándonos a evitar ampollas y lesiones. Esa amortiguación tiene su contrapartida: la calidez del calcetín. Los calcetines nos ofrecerán un grado de amortiguación y protección que irá directamente relacionado con el grosor de los mismos. A más grosor más amortiguación y protección pero más cálido será el calcetín.

  • Sin amortiguación: También llamados ‘Liners’, se centran en la transpiración del pie, se olvidan de las protecciones y se suelen usar debajo de otros calcetines.
  • Ligera: Para climas cálidos o actividades deportivas intensas. Disponen de ligeras protecciones en puntos clave: el talón, dedos, juanetes, empeine… Es la que yo recomendaría para verano o para primaveras y otoños calurosos.
  • Media: Aunque producirán más calor que los de amortiguación ligera, protegerán más los puntos clave del pie. Es la que yo recomendaría para primaveras y otoños suaves o fríos.
  • Fuerte: Los más gruesos, acolchados y cálidos, tan sólo recomendables para temperaturas frías o muy frías. Es la que yo recomendaría para primaveras y otoños muy fríos e invierno

Así pues, entre ‘Ligera’ y ‘Media’ andaría el juego.

Calcetines curiosos

Hay ‘calcetines con dedos’ (o ‘guantes para pies’… jeje). Si sufrís de ampollas en los dedos de los pies, quizás debierais pensar en este tipo de calcetines. Yo, sinceramente, jamás los he usado y no me atrevo a valorarlos pero conozco personas que los usan y dicen que les van de maravilla. Suelen llevarlos quienes normalmente caminan con chanclas y no se ponen los zapatos más que en raras excepciones.  Algún día los probaré.

En resumen…

Todo lo que he expuesto aquí es mi opinión personal. He hecho un repaso a lo que yo considero importante a la hora de escoger los calcetines ideales para el Camino y tan sólo puedo esperar que a alguien le vayan bien estos consejos.

Ya sé que muy pocas personas dispondrán de unos calcetines para primavera/otoño, otros para verano y otros para invierno pero, al menos, si os decidís a comprar calcetines para vuestro Camino, fijaos en todo lo expuesto y reduciréis la posibilidad de aparición de ampollas, rozaduras, dolor en talón,…

Que no se equivoque nadie: los calcetines y los zapatos son, a mi parecer, la parte más importante de nuestro equipo; se complementan el uno al otro y, un mal ‘matrimonio’, puede arruinarnos el Camino. Así pues, debemos cuidar la calidad de ambos (aquí podéis repasar el artículo sobre el Calzado Ideal para el Camino).

Termino volviendo a recordar las características principales que deberían tener los calcetines con los que fuéramos al Camino:

  • Transpirables
  • Antiampollas
  • Sin costuras
  • De secado rápido
  • Adecuados a la temperatura

Y tras escribir todo esto, soy consciente que, en cuanto a calzado y calcetines, si no nos planteamos un Camino medianamente largo, todos sabemos cómo va a terminar esto: Que vamos a ir con los que tengamos en casa y que nos vamos a arriesgar con ellos ‘Total, para 5 o 6 días que voy a ir, no me voy a comprar otros’. ¿A qué sí? :-p

6 respuestas a «Calcetines»

  1. Gracias por tu aportación!
    Muy claro y perfectamente explicado.
    Estoy 100% de acuerdo! En mis siete contactos con el Camino nunca tuve una sola ampolla! La elección del calzado, los calcetines o medias, junto con la higiene, cuidado e hidratación justa son una siempre la mejor garantía para que los pies no sufran más de lo estrictamente necesario!
    Gracias y #buencamino
    Rafa.-

  2. Muy importante y oportuna información, por mi próximo viaje por el camino francés, antes de leerte solo buscaba “sin costuras”, y no he encontrado en México, creo que será más difícil además con esas otras características, alguna recomendación de marcas para buscar? Muchas gracias.

    1. Empiezo comentando una curiosidad: Mundsocks a sacado un modelo ‘específico’ para el Camino de Santiago que se ve de calidad (no los he probado): https://www.mundsocks.com/es/calcetines/pack-camino-de-santiago

      Dicho esto, marcas de calcetines técnicos hay muchas: Lorpen, Lurbel, Mundsocks, X-Bionic, Dynafit, Helly Hansen… Incluso decathlon tiene calcetines para senderismo (yo usaba antes los Forclaz 700 y me iban de maravilla pero ya no los hacen; y los Forclaz 500, ni de lejos dan el mismo resultado).

      Yo tengo calcetines Lorpen (Lorpen sólo fabrica calcetines), Lurbel y de Decathlon y la diferencia se nota.

      Una marca? Lorpen.

    1. Muchísimas gracias.
      Los pies deberían ser la prioridad de cualquier peregrino y publicar un artículo de calzado sin otro de calcetines era dejar el tema a medias.

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