Recomendando el de Invierno

Camino de Invierno

El Camino de Invierno parte de Ponferrada y termina llegando a Santiago con dos etapas que discurren por el Camino Sanabrés, alargando el trayecto unos 60 kilómetros si lo comparamos con el Camino Francés.

Si venimos de lejos y queremos alargar la llegada a Santiago y librarnos del gentío de los kilómetros finales del Camino Francés, es una opción que podemos tener en cuenta pero, eso sí, deberemos escoger: continuar con el grupo que hayamos podido hacer hasta entonces o ganar días y tranquilidad en el trayecto final hasta Santiago (porque seguramente no convenzamos a nadie para que nos acompañe por el de Invierno y los perderemos de vista).

Una vez completado, a nivel personal considero el Camino de Invierno un recorrido de nivel Intermedio que tira a Avanzado. Las webs y guías que consulté para preparar el Camino de Invierno tenían opiniones dispares y variaban entre 10 y 13 las etapas que recomendaban para recorrer el Camino de Invierno. Sin duda, creo que 13 es el número ideal de etapas para recorrerlo, para ‘aligerarlas’ un poco y disfrutar mucho más de su trazado.

Si lo recorremos con buen tiempo, con muchas horas de sol y con todos los servicios disponibles, podremos distribuir las etapas como nos apetezca (más o menos) y disfrutaremos de unas etapas tan duras como maravillosas que podremos compartir con los peregrinos que nos encontremos.

Si lo recorremos en ‘temporada baja’, con mal tiempo, con pocas horas de sol y con muchos alojamientos, bares y tiendas cerrados, deberemos ajustar la hora de partida según nuestro ritmo para completar las etapas con luz solar y no podremos compartir nuestra dicha con (casi) nadie.

Dificultades

  • Un Camino naranja donde la mochila pesará más de lo previsto
  • El único Camino en el que he pasado miedo por los perros. Unos perros que deberían estar detrás de una valla y una puerta cerrada y que están sueltos, sin valla y/o sin puerta y que salen al ataque de quien pasa por delante.
  • Miedo de verdad en Silleda, justo después del albergue, cuando dos perros pastores salieron en actitud ofensiva, sin ladrar, enseñando los dientes y buscando morderme los tobillos y los brazos.
  • Hay varios tramos en los que, dep.endiendo de cuando vayamos, deberemos cargar comida y agua para 15, 20 o 30 kilómetros porque no encontraremos ningún tipo de servicio
  • Hay varias etapas de casi 30 kilómetros, o incluso más. A finales de otoño y en invierno deberemos tener muy presente las horas de sol y nuestra velocidad media para ajustar las horas de salida o decidir si partimos o no alguna etapa
  • Es un Camino solitario. Yo lo recorrí a del 21 de noviembre al 2 de diciembre (12 etapas) y coincidí 20 minutos a la salida de Ponferrada con otro peregrino. No vi más peregrinos en mi recorrido
  • Algunas pensiones u hostales dejan mucho que desear. ‘Asegurad el tiro’ como podáis. Igual que no voy a recomendar alojamientos, tampoco voy a señalar dónde no dormir
  • No hay tantos albergues como en otros Caminos y, tarde o temprano, acabaremos en una habitación doble de alguna pensión, hostal u hotel, lo que puede disparar el presupuesto si no vamos en ‘pareja’
  • En noviembre algún alojamiento cerró por vacaciones y me obligó a recorrerlo en 12 etapas en lugar de las 13 que yo tenia previstas
  • Como su nombre parece indicar, su cometido debería ser el de facilitar el recorrido con mal tiempo o en invierno para que los peregrinos que recorren el Camino francés eviten las alturas y posibles nieves de O Cebreiro pero puede no ser así. Si optamos por visitar la Ermita do Faro, el recorrido del Camino de Invierno llega a una cota de 1181m y, si nos toca mal tiempo, a finales de otoño o en invierno no será raro encontrar nieve y sufrir frío a esa altitud
  • Es un trayecto que no es recomendable para quien no tenga un mínimo de forma física. Entre el Primitivo y el de Invierno, a nivel físico no sé cual de los dos es más exigente. Igual es porqué recorrí el Primitivo en julio y agosto y el de Invierno en noviembre pero… Yo votaría por el de Invierno, un auténtico rompe piernas

¿Por qué me gusta?

  • Los paisajes de la Ribera Sacra, los ríos Sil, Lor, Miño, puentes, pantanos, viñas, ‘máscaras’ en los árboles, castillos, Las Médulas, los castaños con los troncos más retorcidos que haya visto nunca,… Si en noviembre, con niebla y lluvia, es un Camino espectacularmente fotogénico, en primavera o verano, con sol, los ríos y los pantanos llenos y la verdor resplandeciente de Galicia, debe ser increíble
  • Es un recorrido ideal para recorrer con 2 semanas de vacaciones: 1 día de ida, 13 etapas y 1 día de vuelta
  • ¿El más gallego de todos los Caminos? El Camino de Invierno es el único Camino cuyo recorrido pasa por las cuatro provincias gallegas
  • Está muy bien señalizado y resulta difícil ‘perderse’. Tan sólo un par de veces tuve dudas de la dirección y quedaron solventadas en 30 o 40 metros, cuando vi otra flecha amarilla
  • Dependiendo de las etapas que queramos hacer, los puntos de inicio y final están muy definidos, lo que ayuda a que nos reencontremos con ese posible pequeño  y maravilloso grupo que podamos hacer en épocas de más tránsito
  • Un camino solitario para solitarios, donde se aventuran peregrinos con varios Caminos a sus espaldas y donde los silencios dicen mucho más que las palabras
  • Es un Camino ideal para la introspección. Para aprehender

Acabado el Camino de Invierno, puedo decir que es un Camino que no dejará indiferente a nadie. Si esperas un Camino de recorrido fácil y en el que disfrutar sin sufrimientos, el Camino de invierno no es el tuyo. Eso sí, si te decides a recorrerlo y te gusta un poco la fotografía, llévate un par de baterías para la cámara y varias tarjetas de memoria. Te harán falta.

En definitiva ¡Un rompe piernas para el que hay que prepararse!

Podemos levantarnos del sofá e irnos al Camino Francés, al Epílogo, al Norte o incluso al Primitivo. Unos más y otros menos, todos estos Caminos tienen infraestructura y servicios suficientes para poder partir y distribuir las etapas como necesitemos y poder ‘rodarnos’ mientras recorremos sus primeras etapas pero… La única facilidad que ofrece el Camino de Invierno a quien lo recorre es su magnífica señalización. Nada más. Si llegamos bajos de forma al Camino de Invierno, las rodillas sucumbirán y volveremos antes de tiempo a casa.

Si queréis saber más, podéis leer y ver todos los posts que hice sobre el Camino de Invierno en noviembre de 2021.

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