Flexibilidad en el Camino

Una vez en el Camino, las cosas fueron mejor de lo deseado. Como la distancia que nos separaba hasta Sarria era muy larga, programé la llegada en dos días. El primer día dormiríamos en Burgos y el segundo día llegaríamos a Sarria, donde, tras comer, empezaríamos a caminar esa misma tarde. Así lo hicimos.

Esa primera etapa, de Sarria a Barbadelo, fue el detonante para que mi madre empezara a darse cuenta que era factible realizar el Camino. Continuar leyendo «Flexibilidad en el Camino»

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